Dícese del conservador extremista, de signo católico, partidario de la autoridad temporal del papa sobre el gobierno de los Estados. Por extensión se aplica este término al conservador de corte <clericalista, esto es, al que defiende la injerencia del sacerdocio en los asuntos políticos.
El origen de la palabra se remonta a las viejas disputas entre el poder temporal de la Iglesia y la autoridad terrenal de los gobernantes. Ese largo y violento litigio hizo crisis en la llamada contienda de las investiduras entre Gregorio VII, Pontífice de Roma, y el Emperador Enrique IV de Alemania. Los defensores de las prerrogativas imperiales llamaron ultramontanos a los que en esa disputa se alinearon al lado de la Iglesia.
Desde entonces, se conoce con el nombre de ultramontanismo a la tendencia política de someter el Estado a la iglesia o a promover la intromisión del clero en las cuestiones estatales.