Es una expresión europea originada en la baja Edad Media que significa pelear o reñir en defensa de alguien. En los lances a duelo de aquel tiempo los paladines solían salir en auxilio de quienes por su edad, sexo, invalidez o enfermedad no podían defenderse por sí propios de las injurias o afrentas que recibían. Se decía entonces que ellos “rompían lanzas” en defensa de alguien. El origen de la expresión probablemente viene de los duelos de los caballeros, en que con frecuencia se quebraban las lanzas en el ímpetu del combate.
La expresión es la misma en francés, en alemán y en inglés, lo cual demuestra que el origen de ella es europeo, probablemente a partir de la invasión de los bárbaros al Imperio Romano. En francés se dice que alguien rompre une lance, en alemán für jemanden eine lanze brechen y en inglés to break a lance, pero en todos los casos el sentido es igual: defender a una persona frente a quienes la atacan.
En el campo político se usa la expresión para significar que alguien promueve un desafío o entra en una pelea para defender un principio, un partido o determinados intereses populares.