De la palabra república se derivan los términos: repúblico, que significa hombre amigo y defensor del bien general; republicano, que quiere decir afecto y celo por el bien público, respeto a las leyes y amor a la libertad; y republicanismo, que es la adhesión a la forma de gobierno republicana o el conjunto de las virtudes cívicas que ella entraña.
El republicanismo implica un cúmulo de virtudes —honestidad, respeto a la ley, tolerancia, patriotismo, buen uso de la libertad— que hacen de un ciudadano un elemento positivo en el desenvolvimiento de un régimen político y de la convivencia social. Es también el régimen republicano mismo o el conjunto de sus características: división de poderes, electividad, representatividad, alternación y responsabilidad en el ejercicio de la autoridad política. Es la teoría y práctica de la forma republicana de gobierno. Y, en este sentido, se suele usar el término en contraposición a <monarquismo.