Es, en términos económico-sociales, la acción y efecto de volver a distribuir la propiedad o las ganancias del proceso productivo, esto es, de redistribuirlas.
Después de producido el ingreso, quien lo ha recibido reintegra parte de él al Estado para que lo vuelva a repartir —lo redistribuya— a través de obras, prestaciones, servicios públicos, rentas y asignaciones monetarias. Las políticas tributarias y de seguridad social sirven para eso.
En el curso normal de los acontecimientos políticos esa redistribución se hace principalmente por medios tributarios y de seguridad social, pero en los procesos políticos de cambio estructural —sean reformistas o revolucionarios— ella se habilita por las medidas modificatorias de la estructura económica y social.
Los procesos revolucionarios tienen carácter redistributivo en lo económico.
La redistribución puede comprender la riqueza y el ingreso. La >reforma agraria, la reforma urbana y, en general, todos los sistemas de transferencia de la propiedad o de los instrumentos de producción —tierras, minas, fábricas, almacenes, infraestructura de servicios y otros— son en diversa medida mecanismos de redistribución del ingreso y de la riqueza puesto que transfieren el dominio de unas manos a otras, cambian las relaciones de propiedad y modifican la tenencia de los bienes.
De lo dicho se sigue que son diferentes los conceptos de <distribución y de redistribución. La distribución se refiere a la renta o al ingreso en tanto que la redistribución involucra básicamente la propiedad —sea la propiedad de la tierra, de los bienes de capital o de otras formas de riqueza consolidada—, que es, en sí misma, el resultado de un proceso productivo.
La riqueza no es otra cosa que el ingreso plasmado y consolidado en determinados bienes materiales. La finalidad central de la redistribución es modificar las relaciones de propiedad existentes. Transferir la propiedad de unas manos a otras. Modificar la tenencia de los bienes. En suma: corregir los defectos sociales de la injusta distribución.
Por eso todo proceso revolucionario tiene, en lo económico, carácter redistributivo.
Lo cual significa que la distribución mira al presente y al futuro mientras que la redistribución comprende también el pasado, en la medida en que traslada la propiedad de unas manos a otras. Quiero decir con esto que la distribución no tiene efecto retroactivo. Para ella lo pasado es inamovible y los arbitrios distributivos miran hacia adelante, mientras que la redistribución implica una mutación de las relaciones de propiedad establecidas anteriormente.