Fue usado en Frigia, Asia Menor, por los esclavos liberados y formó parte también del atuendo de los libertos en la antigua Grecia y en el Imperio Romano. De modo que él estuvo asociado a la emancipación de la esclavitud.
Con este antecedente, durante los procesos revolucionarios del siglo XVIII en Estados Unidos y Francia el gorro frigio se convirtió en un elemento iconográfico. Lo usaron los combatientes norteamericanos en sus guerras libertarias contra la potencia colonialista inglesa (1775-1783) —por eso el gorro frigio se incorporó al escudo del Department of the Army en 1775 y al escudo del United States Senate en 1886— y lo adoptaron los revolucionarios franceses en 1792 —bonnet de la liberté o bonnet rouge— como símbolo de libertad, laicismo, rebeldía y patriotismo. En España el gorro frigio —llamado también gorro de gules— fue usado por los militantes republicanos durante las efímeras Primera República en el año 1873 y Segunda República entre 1931 y 1939.
“El Gorro Frigio” fue también el título de un semanario de la juventud republicana de las Islas Baleares en 1904.
En el siglo XIX el gorro frigio se convirtió en un emblema internacional de la libertad y el republicanismo. Lo usaron los combatientes de las luchas independentistas latinoamericanas y fue incorporado también a los escudos nacionales de varios países al nacer a su vida soberana: Haití en 1807, Argentina 1813, Bolivía 1826, Colombia 1834, Paraguay 1842, Cuba 1849 y otros países de la región.