Se designa con esta palabra, en la historia contemporánea de Francia, al conjunto de las ideas políticas del general Charles De Gaulle (1890-1970) que, sin alcanzar ni mucho menos la categoría de una ideología política, formaron un todo más o menos coherente de planteamientos sobre los problemas internos e internacionales del Estado francés. Se pueden señalar tres etapas en su desarrollo y acción: de 1940 a 1945, en que De Gaulle asumió una actitud de rechazo al armisticio celebrado el 22 de junio de 1940 por el mariscal Henri Philippe Pétain (1856-1951) —a la sazón Presidente del Consejo de Gobierno francés— con la Alemania nazi cuyas tropas habían invadido y ocupado Francia, y desconoció al gobierno establecido en Vichy con el consentimiento alemán; de 1946 a 1958, en que encabezó la oposición tenaz a la IV República, caracterizada por la inestabilidad y debilidad de su régimen parlamentario; y de 1958, en que retornó al poder, hasta su renuncia del cargo de Presidente de Francia en 1969.
De Gaulle fue uno de los más importantes líderes militares y políticos franceses del siglo XX. Alcanzó fama y notoriedad cuando, después de la invasión y ocupación de su país por las tropas nazis en junio de 1940, escapó a Londres, donde proclamó la resistencia contra los invasores y anunció la formación del gobierno de la Francia Libre en el exilio, que en 1942 fue reconocido por los Estados aliados y por los líderes de la resistencia francesa.
Las tropas de la Francia Libre, bajo el mando de De Gaulle, realizaron un ataque sin éxito a Dakar en septiembre de 1940, se unieron a las fuerzas inglesas de Siria en 1941 y asumieron el control de Madagascar en 1942. Un año después, De Gaulle reunió el Comité Francés de Liberación Nacional en Argel, capital de la entonces colonia francesa de Argelia, donde tras separar al general Henri Giraud se convirtió en el único presidente de la organización, que trasladó su cuartel general a Londres en mayo de 1944.
Después de la liberación de Francia por las fuerzas aliadas en agosto de ese año, el Comité se estableció en París y, al mes siguiente, fue reconocido por los Estados Unidos como el gobierno de facto de Francia. En noviembre de 1945, De Gaulle fue elegido Presidente del gobierno provisional por votación unánime en la Asamblea Constituyente, pero dos meses más tarde renunció a su cargo cuando entró en conflicto con los partidos políticos a causa de que sus propuestas de un fuerte poder presidencial fueron rechazadas por los líderes políticos, la opinión pública y la propia Asamblea, que prefirieron la fórmula parlamentaria.
En 1947 fundó la Rassemblement du Peuple Français (RPF) que, bajo su liderazgo, declaró la oposición a la IV República y trabajó para fortalecer el gobierno central, equilibrar el presupuesto, fomentar la empresa privada y eliminar los controles estatales sobre la vida económica de Francia. Pero su temperamento autoritario y personalista lo llevó en 1953 a retirarse de la propia organización política que había contribuido a formar.
Retornó como jefe del gobierno en mayo de 1958 cuando Francia se enfrentaba a la amenaza de la guerra civil por la cuestión de la independencia de Argelia. LLamado por el presidente René Coty, De Gaulle formó un nuevo gabinete. Y recibió de la Asamblea Nacional el poder de gobernar durante seis meses mediante decretos y de supervisar la redacción de una nueva Constitución.
Ésta, que confería un importante cúmulo de atribuciones al poder ejecutivo, fue aprobada mediante un referéndum por los votantes franceses. Con arreglo a las nuevas normas constitucionales De Gaulle fue elegido en diciembre de 1958 Presidente de la V República, cargo del que tomó posesión el 8 de enero de 1959, y en 1965 recibió un segundo mandato constitucional. En el gobierno introdujo reformas económicas, negoció la independencia de Argelia, instrumentó una política de <détente con la Unión Soviética, intentó extender la influencia cultural y militar de su país en Asia y América Latina y trabajó a favor de la independencia y separación de la provincia francófona de Quebec del Canadá. Bajo la obsesión de una Francia independiente, separó a su país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) —la alianza militar occidental—, buscó contar con su propio poder nuclear y pugnó por la vuelta hacia el patrón oro en sustitución del dólar norteamericano, todo lo cual le llevó a confrontaciones con el gobierno de los Estados Unidos. En las postrimerías de su administración hizo frente a la rebelión estudiantil de mayo de 1968 en París, que deterioró notablemente su poder. Después de perder el referéndum sobre sus propuestas de descentralización regional y reforma del Senado renunció a la presidencia de Francia el 27 de abril de 1969 y se retiró a su residencia privada de Colombey-les-Deux-Églises a escribir sus memorias hasta su muerte.
Salvos sus tres libros sobre táctica militar, escritos entre 1932 y 1938, y los tres tomos de sus "Memorias" (1954, 1956 y 1959), que quedaron inconclusas, el pensamiento del gaulismo no está contenido ni sistematizado en documento alguno. Más pragmático que teórico, De Gaulle hizo muchas concesiones a las circunstancias del momento y a las demandas de su gobierno, por lo que su pensamiento no está exento de contradicciones. Sin embargo, hay allí algunas ideas permanentes, como el gobierno fuerte, el rechazo al parlamentarismo, la economía sometida enteramente a las fuerzas del mercado, una actitud profundamente conservadora frente a la cultura y a la educación, el desprecio a los partidos políticos, la adhesión mística a la grandeza de Francia y al papel protagónico que le toca desempeñar en el mundo, la glorificación de la herencia histórica francesa que va desde la monarquía absoluta hasta la gran revolución que civilizó al mundo, las elecciones universales como sustento y legitimación del poder, las consultas populares directas vía referéndum o plebiscito para resolver los asuntos importantes de la vida nacional, la necesidad de una fuerza nuclear autónoma, el rechazo al orden político y económico bipolar que surgió de la conferencia de Yalta tras la Segunda Guerra Mundial, la visión de una Europa compuesta por una confederación de Estados no sometidos al poder de las superpotencias.
El gaulismo ejerció una gran influencia en la historia de la V República francesa después de la muerte de De Gaulle. Los partidos políticos Union des Démocrates Pour la République (UDR) y Rassemblement pour la République (RPR) fueron herederos del gaulismo. Georges Pompidou (1911-1974), Segundo Presidente de la V República (1969-1974), fue un continuador del gaulismo. Valéry Giscard d’Estaing, ministro de finanzas de De Gaulle, ministro de economía de Pompidou y Presidente de Francia entre 1974 y 1981, estuvo también muy influido por las ideas del general. Jacques Chirac, miembro de la Rassemblement pour la République (RPR) y Presidente de Francia (1995-2002), era un neogaullsta. La derecha francesa ha tenido, a través del gaulismo, un gran protagonismo político en la V República, excepción hecha de los 14 años del gobierno del líder socialista François Miterrand (1981-1995).
A pesar de su división en varios partidos el gaulismo representó, en conjunto, la mayor fuerza conservadora de Francia durante la segunda posguerra y en su lucha contra las izquierdas recibió el respaldo de la alta burguesía, de las clases superiores, de la clase media alta, de la población vieja y de los sectores religiosos.