Palabra derivada del italiano Gattopardo, que es el título de la novela del escritor siciliano Giuseppe Tomasi, príncipe de Lampedusa (1896-1957), que habla de la decadencia de la nobleza siciliana en la época de la unificación italiana y relata el matrimonio del sobrino de un viejo príncipe con la hija de un comerciante plebeyo de la región. Frente al inevitable ascenso de la burguesía, el añoso noble decide promover este matrimonio con el propósito de insertar a su clase social en decadencia con sus enemigos mortales convertidos en la nueva fuerza política dominante.
Desde entonces se usa la expresión gatopardismo para señalar la actitud de “cambiar todo para que las cosas sigan iguales", tal como lo proclama reiteradamente el personaje de la novela, en el marco del pacto con el enemigo político tradicional.
El gatopardismo es la filosofía de quienes piensan que es preciso que algo cambie para que todo siga igual. El efecto Lampedusa, del que se habla a veces, consiste en hacer las cosas de modo que algo mute para que lo demás permanezca intocado en la organización social. Se refiere a reformas meramente cosméticas, ociosas o de distracción que se proponen para mantener incólumes los privilegios sociales y económicos de los manipuladores de esas reformas de epidermis.
La novela de Tomasi dio origen a la película de Luchino Visconte “El Gatopardo”, que es uno de los grandes filmes de la historia del cine, magistralmente interpretado por Burt Lancaster y Claudia Cardinale. La escena final en que il Gattopardo, luego de bailar con su novia se pierde en las antiguas calles de Sicilia y vuelve a sus raíces de sangre, es una de las más hermosas de la película.
Il Gattopardo fue una coproducción franco-italiana estrenada en 1963, que conquistó la Palma de Oro en el festival cinematográfico de Cannes.