Es el conjunto de las ideas del líder y pensador hindú Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948), llamado también mahatma, que significa en la India “jefe espiritual”.
Durante su lucha de veinte años en Sudáfrica contra la discriminación racial, Gandhi desarrolló su método de resistencia pasiva contra la opresión, denominado satyagraha. Regresó a la India en 1915 para aplicarlo en la lucha por la independencia de su patria. Fundó el Movimiento de no cooperación en 1920, el de <desobediencia civil en 1930 y el Movimiento a favor de la independencia india en 1942. Finalmente el objetivo de la emancipación del dominio colonial inglés se alcanzó en 1947 bajo la inspiración y liderato de Gandhi, aunque se vio empañado por las cruentas luchas intestinas entre hindúes y musulmanes que, con primitiva ferocidad, siguieron a la independencia. Gandhi fue asesinado por un fanático hindú en 1948 pero murió convencido de su fracaso en la consolidación de la paz, que fue la mayor obsesión de su vida.
El pensamiento metafísico de Gandhi se resume en la afirmación de que el Universo está regido por una inteligencia suprema, a la que llamaba satya, que significa verdad. Ella era, en realidad, el dios que gobernaba el mundo y estaba encarnada en todos los hombres y los seres vivientes, en forma de alma o espíritu autoconsciente. La satya era, para Gandhi, la esencia del ser humano.
En lo ético, Gandhi rechazó la idea de la dualidad moral que postula distintos principios para el comportamiento individual y para el de los grupos. Sostuvo siempre que lo que es éticamente malo para un individuo es igualmente malo para una comunidad o nación. Por consiguiente, no aceptó jamas la doblez sostenida por Maquiavelo, Meinecke, Weber y otros filósofos políticos —defendida con mucho ahínco aún hoy— de que el Estado o el partido político tienen licencias especiales para actuar al margen de la moral. No hay una ética individual y otra ética del grupo. Hay una sola ética general llamada a regir todos los actos humanos, sean individuales o sociales. Esta fue la tesis de Gandhi. Y esa ética veda el recurso a la violencia para la defensa de ideas o de tesis.
En el ámbito político, el gandhismo fue la teoría y la práctica de la no violencia. Repudió toda forma de sectarismo. Afirmó que todas las verdades humanas son provisionales, abiertas y experimentales. Dijo que sus propias opiniones y conclusiones no son ni pueden ser definitivas.
Aunque sostuvo que el Estado es necesario porque los seres humanos aún no están moralmente preparados para actuar de manera socialmente responsable, no dejó de ver en él una expresión de violencia —el Estado representa la violencia en una forma concentrada, dijo— y sostuvo, por tanto, que para no obstaculizar el desarrollo moral de los hombres —la sarvodaya— el Estado debe cuidarse de no emplear la coerción más allá de lo indispensable y de reservar un espacio tan amplio como sea posible para la actividad voluntaria de las personas.
El Estado pacífico de Gandhi debía estar integrado por pequeñas comunidades autosuficientes, que elegirían sus representantes de base, quienes a su vez elegirían los representantes provinciales y nacionales. Las decisiones serían adoptadas por mayoría pero sin ignorar a la minoría. La policía debía estar formada por trabajadores sociales que utilizarían la persuasión moral para hacer cumplir la ley. El delito sería tratado como una enfermedad. Dado que, en esta forma de organización social, a nadie puede exigírsele que haga cosas contra sus convicciones de conciencia, los ciudadanos conservarían su derecho a la <desobediencia civil para oponerse a las decisiones del Estado, ya que ese “es un derecho de nacimiento al que no se puede renunciar sin perder el amor propio”, según lo dijo el líder hindú.
Gandhi distinguió tres tipos de no violencia: la no violencia del fuerte, la no violencia del débil y la no violencia del cobarde.
La no violencia del fuerte es la posición de quienes, teniendo posibilidades reales de ejercerla, se niegan a hacerlo por consideraciones morales, aun para defender causas justas. La no violencia del débil es la de aquellos que, en una situación conflictiva aguda, no pueden recurrir a los métodos violentos porque no disponen de los medios necesarios. Gandhi dijo varias veces que la no violencia de su partido —el Partido del Congreso— era de este tipo. Y la no violencia de los cobardes es la actitud de quienes, no por principios morales sino por pura pusilanimidad o egoísmo, huyen de la violencia. Gandhi repudió esta conducta. En una declaración sorprendente en él dijo alguna vez que “si la única opción posible fuera entre la cobardía y la violencia, yo aconsejaría la violencia”.
Gandhi, sin embargo, rechazó todos los tipos de violencia y no solamente la violencia armada. Repudió cualquier forma intencional de violencia que inflija daño al ser humano: la muerte, el sufrimiento físico, el tormento moral o psíquico, ya sea por comisión u omisión.
Según Gandhi, su método de resistencia pacífica, el satyagraha, probado en Sudáfrica y en la India, demostró que, con la debida preparación psicológica y política, es posible conducir a grandes masas a la práctica de formas de lucha pacífica en defensa de sus derechos e incluso que este método induce al opositor a soluciones negociadas y positivas y, por ende, a la máxima reducción de la violencia en el arreglo de las disputas políticas, sociales y económicas.
En lo económico, para el gandhismo la propiedad privada es una inmoralidad porque genera efectos negativos como la explotación, el desenfreno sensual y el desprecio hacia el prójimo. Poseer bienes superfluos, mientras los demás no pueden ni siquiera satisfacer sus necesidades básicas, es un pecado contra la humanidad. Sostenía que deben imponerse altos impuestos a la riqueza, limitarse el derecho de herencia, establecerse la propiedad estatal de la tierra y de la industria pesada (lo cual entrañaba una contradicción con su tesis de la disminución del Estado) y, en algunos casos, procederse a >nacionalizar áreas económicas sin compensación.
El gandhismo, con sus planteamientos positivos y también con sus ideas muy atrasadas en algunas materias, ejerció una enorme influencia en la formación de la India moderna. Abolió el hinduismo, sensibilizó a los hindúes en los asuntos de justicia social, inculcó a su pueblo el orgullo nacional y le infundió también una serie de ideas rezagadas sobre la cuestión política, puesto que Mahatma Gandhi, en muchas materias de la vida social, tenía puntos de vista muy conservadores.