En la mitología griega, Eros (en griego antiguo Ἔρως”) era el dios primordial y responsable de la atracción sexual y del amor. Y lo veneraban también como el dios de la fertilidad. Su equivalente romano era Cupido (‘Deseo’), conocido además como Amor.
Cuenta la leyenda que Cupido era el hijo de Venus y Marte.
Y, según la mitología griega, recibió el nombre de Eros: dios del amor y del deseo. Cupido se caracteriza por sus dos flechas: una dorada con plumas de paloma y otra de plomo con plumas de búho. La primera concede amor y la segunda el odio e indiferencia.
En la mitología griega, Eros es el dios del amor, hijo de Afrodita y Ares, y se lo representaba como un niño alado, responsable de despertar por medio de sus flechas las pasiones amorosas entre los mortales. El tipo de amor eros se refiere al amor apasionado que implica deseo y atracción, puesto que eros tiene una dimensión semántica muy profunda. Cupido, según la mitología griega, recibe el nombre de Eros. Y es considerado el dios del amor y el deseo, responsable de la atracción sexual y el sexo. Por eso es venerado también como un dios de la fertilidad puesto que, según los antiguos griegos, Afrodita es la diosa de eros, storgé, philia, ágape. En la antigua Grecia se distinguían cuatro tipos de amor: el eros —que entrañaba: impulso y desenfreno carnales—; el storgé —que gravitaba en las relaciones familiares—, el ágape —que era el amor hacia la naturaleza, la divinidad, la familia, la humanidad—; y el phillia — que se manifestaba como hermandad y fraternidad—.