Algunos teóricos del racismo tomaron ciertas ideas de Charles Darwin (1809-1882) para retorcerlas y respaldar con ellas sus teorías. Se valieron de las tesis darwinianas de la “selección natural”, la “lucha por la existencia” y la “supervivencia del más apto” para establecer su determinismo biológico, que dio sustento al >racismo y a las teorías de la desigualdad humana.
Esta amalgama de mala ley del <darwinismo con el racismo, que tuvo una expresión característica en los libros del francés Georges Vacher de Lapouge (1854-1936) y del alemán Otto Ammon (1842-1916), pretendió la superioridad de la raza aria. Lo cual explica, según su punto de vista, el predominio alcanzado por esta etnia en el curso de la historia al fundar civilizaciones hegemónicas, forjar las ciencias y las artes, promover las invenciones y los descubrimientos y alcanzar el progreso económico de las sociedades. Sustentó sus afirmaciones en hipótesis seudocientíficas a las que llegó por la vía de la medición de los cráneos y de otros criterios antropológicos.
El determinismo biológico establece un encadenamiento forzoso entre la etnia, con todas sus características innatas e inmutables, y la capacidad de las personas para desenvolverse en la vida, y entre esta capacidad y el desarrollo de las sociedades.
En consecuencia, explica en función de la etnia el destino de las civilizaciones.
Para los sustentadores de esta teoría, el proceso de la decadencia de los pueblos se debe a la mezcla de sangres y el colapso de las civilizaciones no tiene otra explicación que la pérdida de la pureza étnica.
Es el factor racial, en una palabra, el que “determina” el curso histórico de las sociedades. En prueba de lo cual, dicen los seguidores de esta teoría, los pueblos que se preocuparon de mantener la pureza de la sangre se convirtieron en grandes potencias científicas, económicas y militares y alcanzaron dominio universal. En cambio, los que permitieron la mezcla de razas y el >mestizaje pronto decayeron, fueron dominados o desaparecieron en la historia.
Para esta teoría, es el elemento étnico el que determina la organización social y no los recursos naturales, ni el clima, ni otros factores. Es la raza la que explica el pasado, el presente y el futuro de las sociedades. Hay un determinismo absoluto entre ella y la creatividad de los seres humanos y entre ésta y el destino de las civilizaciones.
El determinismo biológico es por tanto, para sus seguidores, una teoría de la historia, capaz de explicar en función de la raza el esplendor y el ocaso de los pueblos.