Es parte de la política de transferencia de tecnología establecida por los países que la compran a fin de desentrañar los procedimientos tecnológicos seguidos por los países vendedores para la producción de bienes y servicios.
Todos sabemos que las distancias en el conocimiento tecnológico que separan al mundo desarrollado del mundo subdesarrollado son el germen de la <dependencia externa. Esas distancias no cesan de crecer. Cada vez se acentúa más el monopolio científico y tecnológico de los países industrializados, que guardan celosamente los secretos de su >know how a través de rigurosos sistemas de marcas y patentes, dentro de un mercado tecnológico poco transparente. Y por eso venden su tecnología en paquetes cerrados de modo que los países del tercer mundo que los compran no puedan tener acceso al conocimiento científico.
Estos países, por su parte, han adoptado para defenderse políticas de transferencia de tecnología y, dentro de ellas, de desagregación tecnológica para abrir los paquetes cerrados en que viene la tecnología extranjera y disociar sus diferentes partes de manera que los profesionales y expertos locales puedan trabajar en aquellas para las cuales están preparados, que generalmente son las llamadas “tecnologías periféricas”, de naturaleza menos sofisticada, mientras los técnicos extranjeros asumen la gestión de las partes más complicadas del proyecto. Esto fomenta la investigación nacional, abre espacio para la práctica de los técnicos locales y contribuye a generar en los países receptores la capacidad de seleccionar, adaptar y perfeccionar la tecnología importada.
Por tanto, la desagregación tecnológica es también un instrumento de política industrial que busca maximizar la participación propia en la ejecución de proyectos de inversión por medio del incremento del componente tecnológico nacional en la producción de un bien o de un servicio. Para eso es preciso investigar, en detalle, los agregados humanos, económicos y técnicos de cada uno de los proyectos de inversión.
La desagregación consiste en descomponer el “paquete tecnológico” que se ofrece desde fuera de modo de que el país receptor pueda importar solamente los elementos que le hacen falta y aporte localmente con los que les son conocidos. La desagregación debe aplicarse en todas las fases del proceso industrial: estudios de factibilidad, negociación de tecnología, ingeniería básica, ingeniería de detalle, montaje, puesta en marcha y operación. De esta manera se propone impulsar el desarrollo tecnológico nacional y abrir espacios para la práctica y experiencia de sus científicos y técnicos.
Los llamados contratos “llave en mano”, en virtud de los cuales las empresas extranjeras acometen la totalidad de la construcción de una obra pública sin intervención local, contienen paquetes tecnológicos cerrados que descartan toda intervención nacional en la operación constructiva y excluyen la posibilidad de transferencia de los conocimientos tecnológicos. Para evitar esto y alentar el desarrollo de la tecnología local ciertos sistemas legales mandan la desagregación como mecanismo de transferencia tecnológica.