Es la convicción íntima que tienen los miembros de una <clase social respecto de su pertenencia a ella y de sus obligaciones solidarias entre sí en la defensa de sus comunes intereses económicos y sociales. La conciencia de clase es un importante factor aglutinante del grupo, dentro del cual no solamente que sus miembros tienen la misma ubicación en la pirámide social —y están conscientes de ello— sino que comparten los mismos intereses económicos, igual posición en el proceso productivo, análoga relación con los instrumentos de producción y perciben cuotas similares de los beneficios de su trabajo, sino que además están unidos por la conciencia de clase, como factor espiritual de cohesión del estamento social. En virtud de ella los miembros de una clase social sienten que pertenecen a ella y no a otra y por ende establecen las diferencias —e, incluso, la hostilidad— con relación a las otras clases sociales.
A fuerza de compartir los mismos intereses y de ocupar la misma posición social, los miembros de cada clase desarrollan su propio psiquismo, o sea una forma común de percibir las cosas sociales y una manera de reaccionar ante determinados estímulos. Cada una de las clases tiene además su código de conducta, que se manifiesta en el conjunto de reglas no escritas que rigen el comportamiento de sus miembros independientemente de las norma legales. Todo esto se forma en el curso del tiempo gracias a las leyes de la imitación descubiertas por el sociólogo Gabriel Tardé. Esto permite a los miembros de una clase identificarse recíprocamente y hablar de “nosotros” en contraposición con “ellos”, que son los miembros de otra clase.