La frase apareció en Hamlet, el drama trágico escrito por el célebre dramaturgo inglés William Shakespeare en 1601, que es una de las cumbres de la literatura universal. Su título original es "The Tragedie of Hamlet, Prince of Denmark". En una de las escenas de la obra que se desarrolla en la explanada del palacio real de Elsingor, el príncipe Hamlet escucha a su centinela Marcelo pronunciar la frase que se tornó célebre: "algo huele mal en Dinamarca", antes de que apareciera el fantasma de su padre, rey de Dinamarca, quien se presentó para hablar a su hijo e informarle que acababa de ser asesinado por su hermano Claudio para usurparle la corona y casarse con la viuda. Inmensa fue la tristeza que embargó al príncipe Hamlet. "Quisiera que mi cuerpo se desintegrara en lágrimas", exclamó, al saber que su madre había subido al "tálamo incestuoso". Y se propuso asumir la venganza contra su tío, el asesino, para lo cual simuló haber caído en la locura.
En aquel episodio trágico de la obra de Shakespeare se originó la frase "algo huele mal en Dinamarca", con la que en la vida política se designan las cosas que no marchan bien en un país por causa de la corrupción.