Es la acción y efecto de adular, es decir, de “hacer o decir con intención, a veces inmoderadamente, lo que se cree que puede agradar a otro”, según dice en su Diccionario la Real Academia de la Lengua Española. Y su objetivo no puede ser más claro: obtener algo de la persona adulada. En todo caso, la adulación es un instrumento político utilizado con mucha frecuencia en la vida pública por los aduladores y adulones para ganar la voluntad de los adulados.