Esta palabra, que viene del inglés puritan, designa a quien practica el puritanismo, o sea la exagerada escrupulosidad moral en sus hábitos y en su conducta. Esta palabra, como otras de uso político, tiene un origen religioso. El puritanismo fue un movimiento que surgió en la Iglesia Anglicana de Inglaterra en el siglo XVI para purificar su doctrina de las adherencias católicas y de las influencias del “papismo”. Con su prédica de costumbres austeras y de una religiosidad íntima, exenta de la mediación del sacerdocio, el puritanismo tuvo mucha influencia en la organización social y económica de Inglaterra. Produjo en ella un tipo de <capitalismo ahorrativo y laborioso, que los emigrantes ingleses extendieron a las colonias de Nueva Inglaterra en Norteamérica a partir de 1620. Huyendo de la persecución religiosa a la que fueron sometidos, los puritanos ingleses llegaron a las costas norteamericanas y allí fundaron las trece colonias inglesas cuya emancipación en 1776 dio origen a los Estados Unidos de América.
En Inglaterra, el puritanismo fue no sólo una tendencia religiosa que pretendió recobrar la pureza del cristianismo, eliminar las jerarquías sacerdotales y proscribir los lujos y los ornamentos en el culto, sino también un movimiento político que, bajo el comando de Oliverio Cromwell (1599-1658), promovió la revolución puritana que se alzó en armas en 1642 para impedir que el rey Carlos I arrebatara sus derechos al parlamento, y con ello dio origen a las guerras civiles entre el parlamento y el rey, que terminaron con la derrota del monarca, su destronamiento y su ejecución. Cromwell asumió el poder con el título de Lord Protector y obligó al pueblo a observar costumbres de austeridad y honestidad absolutas. Ordenó el cierre de los teatros, prohibió los juegos dominicales y el dispendio de dinero, suprimió las celebraciones navideñas. Estableció la democracia en la iglesia puritana, limitó los poderes del parlamento para garantizar los derechos del pueblo e intentó fundar un gobierno republicano sobre las mismas bases de libertad y tolerancia religiosa que habían servido para establecer la democracia en la iglesia puritana.
Con estos antecedentes, y por extensión, más tarde se llamó puritano a todo aquel que rige su conducta por severas normas morales y que observa austeridad y templanza en su vida pública y privada.