Es un escrito breve de características satíricas o injuriosas. La palabra proviene del inglés pamphlet, que es un pequeño papel impreso que trata sobre algún tema. Aunque ya en la Antigüedad griega y romana se usó este tipo de publicación —como lo hicieron Demóstenes en sus "Filípicas", Séneca en su "Apokolokyntosis" o Petronio en el "Satiricón"— lo mismo que en la alta Edad Media en que se volvió corriente el panfleto polémico, la primera utilización de la palabra se encuentra en el libro “The Philobiblon” (1344) del escritor y filósofo inglés Richard de Bury.
El panfleto fue un opúsculo agresivo o un libelo infamatorio que tendía a presentar una faceta del argumento, un solo punto de vista sobre algo, y que fue más notable por su vigor que por su equidad.
Las controversias religiosas de Inglaterra en los siglos XV y XVI se hicieron, en buena parte, por medio de panfletos. Después fueron famosas las "Lettres Provinciales" del filósofo francés Blaise Pascal (1623-1662) y la "Areopagitica" (1644) del poeta y político inglés John Milton. Pero no fue sino en el XVIII cuando el panfleto, primero en las manos de Addison y Swift, y más tarde en las de Burke y Rousseau, se transformó en un arma de controversia política y de amargo ataque personal.
Fueron famosos panfletistas Luciano, Menipo, Rabelais, Voltaire, Swift, Rochefort.
A fines de siglo XVIII y principios del XIX el panfleto se usó mucho para preparar la lucha por la independencia hispanoamericana. Enorme cantidad de panfletos se publicaron en ese período. Y más tarde, en la época republicana, también. En la lucha antiporfirista se destacaron muchos panfletistas mexicanos y lo mismo ocurrió en todos los países latinoamericanos en el combate contra los regímenes autoritarios que surgieron a lo largo del siglo XIX. El escritor Juan Montalvo, en el Ecuador del siglo XIX, tuvo un papel relevante en la resistencia contra los regímenes gubernativos de Gabriel García Moreno y de Ignacio de Veintemilla.
En los siglos XIX y XX, menos pugnaz y menos eficaz, el panfleto se convirtió principalmente en un medio de propaganda política. Pero en nuestros días esta forma de expresión ha sido superada por la radio y la televisión.