Es, en el campo de las ciencias sociales, un conjunto de elementos relacionados entre sí de acuerdo con ciertas reglas y principios. Ellos forman un “todo”, en el sentido que el filósofo Edmund Husserl (1859-1838) dio al concepto, es decir, de un grupo de elementos funcionalmente correlacionados, de manera que cada uno contribuye operativamente al mantenimiento de la vida del sistema.
Eso significa que una estructura no es la mera suma ni yuxtaposición de elementos, sino su articulación, enlazamiento y organización. Un estructura es un sistema formado por una multiplicidad de partes y piezas, ordenadas en función de la vida del todo.
El sistema de poder dentro del Estado, su economía, su cultura, la ordenación de sus <clases sociales, el <Derecho son las diversas estructuras de la sociedad, en sentido amplio. Lo estructural se opone a lo conyuntural. Lo estructural es lo esencial, lo permanente, lo básico en la ordenación de la sociedad. Las estructuras son las partes fundamentales que la sustentan. Lo coyuntural es lo pasajero, lo accidental, lo variable de la vida social. El >estructuralismo sostiene que la única forma para lograr el desarrollo es mediante cambios en las estructuras económicas y sociales
El >marxismo contribuyó grandemente a enriquecer el concepto, aunque restringió la extensión de él. Para el marxismo la estructura de una sociedad es únicamente su modo de producción, es decir, la manera como ella, en cada momento histórico, produce los bienes que necesita para subsistir. Los sistemas culturales, jurídicos, políticos y religiosos son meras superestructuras sociales, que están siempre determinadas por el sistema de producción imperante.
Los marxistas llaman estructura al modo de producción y superestructura a la organización social —con sus leyes, gobierno, tribunales, conceptos políticos y morales, convicciones religiosas— y sostienen que a todo cambio estructural corresponde un cambio superestructural.
La tesis central del materialismo histórico marxista es que el modo de producción de los bienes económicos determina la manera de ser de una sociedad. A cada modo de producción de las cosas que el hombre necesita para vivir —alimentos, vestido, herramientas, vivienda, etc.— corresponde una específica forma de organización social y cada cambio de aquél produce en ésta un cambio correlativo. De esta manera, afirma Marx, el molino movido a brazo engendra la sociedad de los señores feudales; y el molino de vapor, la sociedad de los capitalistas industriales.
Esta es la tesis fundamental de la interpretación materialista de la historia.
Según ella, está probado por la secular experiencia histórica que la forma como en cada época los hombres produjeron los bienes y servicios necesarios para su pervivencia —estructura— determinó siempre el modelo de organización social —superestructura— que fue primero colectivista, luego esclavista, más tarde feudal y finalmente capitalista.
Los marxistas llaman estructura al modo de producción y superestructura a la organización social —con sus leyes, gobierno, tribunales, conceptos políticos y morales, convicciones religiosas— y sostienen que a todo cambio estructural corresponde un cambio superestructural.