Arma arrojadiza de los pobladores indígenas de Australia que regresa hacia quien la lanzó. La empleaban para la caza y la guerra. Su nombre original es boomerang, en inglés, que viene del australiano bumarin o womurrang.
La creencia general es que fue inventada y utilizada exclusivamente por los nativos australianos. Sin embargo, he visto en el Museo Egipcio de El Cairo una colección de bumerán encontrada en la tumba del faraón Tutankhamón, quien reinó desde 1361 hasta 1352 a. C. y fue famoso no por su gobierno, puesto que murió muy joven, sino porque la suya fue la única tumba de los faraones egipcios que se encontró completa e intacta. En todo caso, lo que eso demuestra es que los egipcios conocieron antes que los australianos el uso de esta arma arrojadiza para la cacería y para la guerra.
En la gruta Oblazowa, situada en la zona montañosa de Pohdale en el sur de Polonia, el arqueólogo cracoviano Pawel Valde-Novak encontró en 1987 un bumerán de marfil de mamut que los laboratorios especializados de Alemania e Inglaterra determinaron que tenía una antigüedad no menor de 20 mil años.
Esto demuestra que el bumerán, lo mismo que ocurrió con otros utensilios y armas de los grupos primitivos, fue inventado independientemente en varios lugares y en diversas épocas.
Por extensión, se dice en política que una acción o expresión es un bumerán cuando sus efectos negativos se vuelven contra su autor.
Un político inteligente no debe hacer ni decir cosas que puedan revertir contra él. Esto es parte del talento político.