Palabra inglesa que significa explosión, auge, eclosión, emergencia de algo. Con frecuencia se habla en el campo económico de “boom” para significar el crecimiento explosivo de alguna actividad o rubro de la producción. Cuando el petróleo se convirtió en 1973 y 1974 en un factor clave de la balanza de pagos de los países exportadores —y también de los importadores, aunque por razones contrarias— se dijo que se había producido un boom del petróleo.
En el mundo literario se empezó a hablar también en la década de los 60 del boom latinoamericano para señalar el auge de la narrativa, con los nombres de Miguel Angel Asturias, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Alejo Carpentier, Augusto Roa Bastos, Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar, Ernesto Sábato, José Donoso, Carlos Fuentes, José María Arguedas, Alfredo Pareja Diezcanseco, Jorge Enrique Adoum, Gabriel García Márquez y tantos otros.
A falta de una palabra castellana, se usa la inglesa boom para denotar el aumento explosivo de la inflación, de un rubro de la producción, de algún sector de la economía, de una idea, de una producción literaria o artística, de un grupo de políticos o de cualquier otro factor de la vida social.