edad del Universo Según John Bahcall —cosmólogo norteamericano de la Princeton University de EEUU— la edad del universo es 13.700 millones de años, con un margen de error del uno por ciento en la estimación. Fundó su aseveración en los datos enviados por la sonda WMAP de la NASA) y en las informaciones de la Universidad de Princeton. Sobre esa base, según dijeron los iinvestigadores del proyecto, establecieron la edad del universo.
Y es que —como todos los elementos de la realidad— las estrellas, los planetas, los astros y demás cuerpos celestes que deambulan por el espacio sideral obedecen a un ciclo vital: nacen, crecen, alcanzan su plenitud, decaen, envejecen y mueren.
En los últimos años los avances de la cosmología, de la cosmogonía y de la cosmografía han sido
notables. La cosmología es el estudio del universo en su conjunto, en el que se incluyen teorías sobre su origen, su evolución, su estructura a gran escala y su futuro. La cosmogonía es el estudio más específico del origen del universo y de sus sistemas astronómicos. Y la cosmografía es la descripción astronómica del universo o sea la astronomía descriptiva.
En los años 50 del siglo XX se desató la competencia por la conquista del espacio sideral entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La colocación en órbita del satélite Sputnik en 1957 puso temporalmente a los soviéticos en la cabeza de la carrera espacial. Ellos colocaron en órbita a la perra “Laika” el 3 de noviembre de 1957 y, aunque ella murió durante el vuelo, fue la primera criatura viviente lanzada al espacio. Y el 28 de mayo de 1959 los científicos norteamericanos pusieron en órbita dos monos, que se convirtieron en los primeros seres vivos en sobrevivir en el espacio sideral y ser recuperados.
El cosmonauta soviético Yuri Alekseyevich Gagarin fue el primer ser humano en viajar al espacio sideral. Partió a bordo de la cápsula Vostok 1 el 12 de abril de 1961 desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán describió una órbita en torno a la Tierra a 315 kilómetros de altitud, en vuelo de 1 hora y 48 minutos de duración.
Gagarin no sufrió problema alguno. Desde su cabina esférica de 2,30 metros de diámetro exclamó: “¡La Tierra es azul”. “Pobladores del mundo: salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos!”. Y más tarde comentó: “Aquí no veo ningún dios”.
Los norteamericanos respondieron con el envío al espacio de los astronautas Alan B. Shepard (abril 12, 1961), John Glenn (febrero 20, 1962) y Gus Grissom y John Young (marzo 23, 1965).
El cosmonauta soviético Alexéi Leónov realizó el 18 de marzo de 1965 la primera caminata espacial de la historia. El hecho se produjo durante el vuelo de la nave Vosjod 2, de la que salió por 12 minutos y 9 segundos para hacer la caminata en el espacio, vinculado a ella por una correa de 5,35 metros de largo. Y casi tres meses después repitió la hazaña el oficial de aviación y astronauta norteamericano Ed White en una misión del Gemini VII.
Pero el 27 de enero de 1967, durante una prueba del Apolo 1, murieron trágicamente los astronautas estadounidenses White, Grissom y Chaffee al incendiarse su cápsula espacial.
En estos términos estaba planteada la carrera espacial entre las dos superpotencias.
Pero tres años después Estados Unidos se colocaron en la vanguardia al llevar al hombre a la Luna. El Comandante de la Fuerza Aérea norteamericana Neil Armstrong fue el primer ser humano en llegar al satélite. Lo hizo a bordo del Apolo 11. El reloj de Houston señalaba en ese momento las 22:56 horas. Y suya fue la célebre frase pronunciada al instante de pisar el suelo lunar el 20 de julio de 1969: “este es un pequeño paso para el hombre, pero un salto gigantesco para la humanidad”.
Y junto con su compañero Edwin Aldrin plantó una bandera norteamericana en la Luna, habló por radio con el Presidente Richard Nixon, caminó por dos horas sobre la superficie lunar bajo una gravedad seis veces menor que la terrestre, recogió muestras de materiales lunares e instaló sofisticados equipos electrónicos de rastreo.
Esto fue parte del Programa Apolo (1963-1972) diseñado para enviar el hombre a la Luna y “devolverlo sano y salvo a la Tierra antes del fin de la década”, según dijo el 25 de mayo de 1961 el Presidente John F. Kennedy ante el Congreso Federal en el apogeo de la guerra fría y en medio de la implacable competencia por la conquista espacial entre las dos grandes potencias de aquel tiempo. Seis de las misiones Apolo alcanzaron el objetivo: Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17. La Apolo 13, en abril de 1970, no pudo posarse en la Luna por problemas mecánicos en el tanque de oxígeno número 1 y, por tanto, sus tripulantes se limitaron a tomar fotografías durante su circunvalación en la órbita lunar y retornaron a la Tierra.
Las seis misiones trajeron cerca de 400 kilos de muestras de materias lunares para su análisis científico. Estas misiones fueron precedidas por dos tripuladas que giraron en órbita alrededor de la Luna pero que no bajaron a su suelo: la del Apolo 8 en diciembre de 1968 y del Apolo 10 en mayo de 1969.
El Apolo 11 partió desde Cabo Kennedy (antes Cabo Cañaveral) en La Florida el 16 de julio de 1969, llegó a la superficie de la Luna el 20 y retornó a la Tierra el 24.
Después de esta misión, que fue la primera en alunizar, vinieron: Apolo 12 que se posó en la Luna el 19 de noviembre de 1969, Apolo 14 el 5 de febrero de 1971, Apolo 15 el 30 de julio de 1971, Apolo 16 el 20 de abril de 1972 y Apolo 17 el 7 de diciembre de 1972. En cada uno de estos viajes dos de los tres cosmonautas que integraban la tripulación caminaron sobre la superficie lunar mientras que el tercero esperaba a sus compañeros en la nave principal, que giraba en órbita alrededor de la Luna, para emprender el regreso a la Tierra.
Los observatorios astronómicos ingleses, soviéticos, chinos, alemanes y de otros países siguieron, mediante sus radiotelescopios, las misiones Apolo a la Luna.
En la competencia espacial planteada entre Estados Unidos y la Unión Soviética —que, sin duda, formó parte de la guerra fría—, los soviéticos enviaron al satélite en septiembre y noviembre de 1970 las naves no tripuladas Luna 16 y Luna 17 para recolectar por medios automáticos muestras de su suelo y traerlas a la Tierra. El 17 de noviembre el Luna 17 colocó el robot automático Lunokhod 1, manejado a control remoto desde la Tierra, que recorrió la superficie lunar por once días.